Pensamientos aleatorios

sábado, 5 de diciembre de 2015

Sepanlo bien retrotontos, yo odio a Maickel Melamed

Por el amor de Dios, no actúes como si supieras más de la enfermedad que la persona con discapacidad / Imagen tomada de pixabay

Maickel Melamed es una persona que tiene algo llamado “retraso motor”, una condición física que dificulta sus movimientos. A pesar de ello, es una persona que se ha preparado profesionalmente y ha participado en eventos que requieren un enorme esfuerzo físico. Según su página web, ha practicado deportes extremos como el parapente, paracaidismo, buceo, montañismo y ahora el atletismo. ¡Todo un individuo muy singular!
Pero lo odio... no como persona, ni por sus logros académicos, ni deportivos; es admirable que tenga el deseo y la capacidad para emprender los proyectos que se propone. Antes de explicar ese odio que siento, debo argumentar algo primero.
A todas las personas con discapacidad se nos agrupa de distintas formas, así que en resumidas cuentas somos o sordos, o ciegos, o tenemos movilidad limitada y términos así. Total que muchas personas sin discapacidad (no me vengan con el pensamiento de: “todos tenemos algunas discapacidad, unos más que otros”; pues no, no todos tienen discapacidad, es solo la excusa de quienes tienen la idea en la cabeza de que si no han logrado algo que una persona con discapacidad sí hace es porque son discapacitados, desde mi punto de vista solo se valen de una excusa para no hacer lo que sus capacidades sí les permite hacer); repito, muchas personas sin discapacidad tienden a considerar que todos los que tienen una discapacidad (que fastidio tener que escribir los términos exactos, para que este escrito sea “políticamente correcto”)... todos los que tienen una discapacidad, están dentro de un mismo paquete; pero no es así; por ejemplo, los sordomudos, ellos tienen esa discapacidad y perciben el mundo de una manera muy distinta a los que no son sordos ni mudos; claro, se adaptan bien, pero dentro de su entornos las cosas las tratan y resuelven de una forma distinta; no me voy a extender en explicar a profundidad cómo es el universo de lo sordomudos, es solo dar una idea de cómo viven su vida.
Aun cuando la mayoría de las personas pueda entender que cada tipo de discapacidad es distinta, lo que muchos pasan por alto es que dentro de cada grupo también existen diferencias significativas en cada uno de los individuos de ese grupo; sus capacidades, metas y logros son muy personales y únicos; y aquí es donde entra el tema de mi odio hacia Maickel Melamed.
A ver, que una persona sin discapacidad vea a Maickel Melamed como una persona admirable, un ejemplo a seguir y todo un personaje que le da el empujón emocional que necesita para seguir adelante, porque “si lo hace él que está así, entonces yo lo puedo hacer”. ¡Bravo, persona sin discapacidad! Acabas de tener tu epifanía, eso es exactamente el valor útil de las personas que a pesar de su condición hacen grandes cosas.
Lo que es cruel y odioso es pretender que las demás personas con discapacidad tengamos que verlo así. Si agarramos a 10 personas que tengan el mismo diagnóstico que Maickel Melamed (retraso motor), lo peor que puede hacer alguien es creer que los 10 puedan o deban lograr hacer lo que hace él. ¡Pues no retrotonto! Esos 10 individuos no tienen porqué llegar a ser como Maickel Melamed. De esos 10, algunos se echarán a morir, otros se enfocarán en otras cosas que les resulten para vivir la vida, quizás hasta habrá alguno que supere las capacidades de Melamed.
Si agarramos a 10 personas que tengan el mismo diagnóstico que Maickel Melamed (retraso motor), lo peor que puede hacer alguien es creer que los 10 puedan o deban lograr hacer lo que hace él. 
Así que mi odio hacia Maickel Melamed es porque hay quienes lo toman de espejo para que, los otros con discapacidad, nos veamos reflejados y “logremos superarnos en la vida”, hasta en los casos en que nuestra condición es muy distinta a las de él. Ya de por sí nuestras limitaciones son tan deseables como pellizcarse el ombligo con un alicate; así que, no hagas eso retrotonto, no lo hagas. Es cruel, insensible y pesado querer empujarnos por un camino que no es el nuestro, pensar que podemos desarrollar capacidades que no somos capaces de afrontar; nos desarrollamos y sobrevivimos de formas muy diversas, a ritmos distintos; donde unos podrán superar hasta a quienes no tienen discapacidad alguna; otros no podremos llegar a la esquina, caeremos, nos recuperaremos o nos quedaremos en el sitio o hasta iremos de retroceso.
No todos desarrollamos las mismas limitaciones, pueden variar diametralmente entre una persona y otra.
Maickel Melamed, es un ejemplo para quienes no tienen una discapacidad. Para mi es solo un tipo que participa en maratones y, que yo sepa, nunca ha llegado en los primeros lugares y así que en mi silla de ruedas no me animo a hacer lo que él hace; yo me burlo de Maickel Melamed por no llegar de primero; pero es su vida, a mi me provoca hacer otras cosas. ¿Acaso me la paso animando a todos a ser astronautas? Yo considero que eso sí es un logro, así que cualquiera que camina debería ser astronauta... No, es broma, yo no soy retrotonto.

¿Qué debe hacer un retrotonto que tenga la tentación de animar a una persona con discapacidad?

Nunca uses el ejemplo de otros con discapacidad como pañuelo para enjugar nuestras lágrimas o para animarnos tipo “Yes you can!”, no, no y no. No, ni lo pienses retrotonto.
Intenta enterarte de nuestras capacidades físicas y mentales; la manera de ayudarnos a pulirlas y no dudes nunca cuando yo te diga: “yo no tengo la capacidad de hacer eso que me dices”. He terminado lastimado físicamente por algún retrotonto que cree que puedo hacer lo que le dije que no puedo hacer.

¿En qué cosas debes interesarte de una persona con discapacidad?

No te hagas una idea surgida de: “Yo tengo un primo que tenía lo mismo”. Más bien trata de entender su enfermedad personalizada, de dónde viene, cómo se desarrolló, qué limitaciones causa, qué limitaciones tiene “esa persona que conoces” con esa enfermedad (no todos desarrollamos las mismas limitaciones, pueden variar diametralmente entre una persona y otra), cómo hacer más cómoda su vida; puedes enterarte de todo consultando en Internet o con algún profesional o simplemente preguntándole a la persona con discapacidad. Y por el amor de Dios, no actúes como si supieras más de la enfermedad que la persona con discapacidad.

2 comentarios: